martes, 15 de marzo de 2016

¿Qué hacer si un ser querido es paciente renal?




Usted puede sentirse de una manera similar. Es muy difícil saber cómo reaccionar cuando no se sabe qué esperar. Puede comenzar a entender lo que está experimentando su ser querido al aprender sobre la enfermedad renal y su tratamiento para poder hablar con conocimiento y hacer preguntas. Luego, hable honestamente con su ser querido sobre sus temores e inquietudes.


Cómo se siente la enfermedad renal físicamente

Para muchas personas, tener una enfermedad renal, especialmente cuando empeora es como tener gripe todo el tiempo:
  • Su ser querido puede sentirse tan cansado y débil que subir unos escalones y caminar alrededor de la cuadra se vuelve muy difícil para él/ella.
  • Puede sentir frío todo el tiempo como si tuviera fiebre.
  • Puede tener problemas para concentrarse y puede olvidar cosas.
  • Es posible que duerma más tiempo.

Es común pensar que siempre se siente de esta manera pero estos síntomas generalmente se deben a la anemia, escasez de glóbulos rojos, lo cual se puede tratar.

Puede tener hinchazón en pies y tobillos y/o manos y rostro porque los riñones al estar fallando, no eliminan el líquido. Algunas veces las personas ni siquiera pueden colocarse su calzado. El líquido extra en los pulmones puede hacer que respirar sea difícil y algunas veces se confunde con asma o neumonía. Tener mucho líquido puede tensionar el corazón especialmente en alguien cuyo corazón ya está debilitado por una insuficiencia renal congestiva u otros problemas.

Cada persona es diferente. Algunas personas tienen algunos o casi todos los síntomas enumerados anteriormente. Otros insisten en que se sienten bien y que su enfermedad renal solamente es detectada a través de análisis de sangre. La mejor manera de saber realmente cómo se siente un ser querido es preguntándole.
Cómo se siente la enfermedad renal emocionalmente

La mayoría de las personas que descubren que tienen insuficiencia renal y que se deben hacer diálisis al principio tienen miedo. Además de miedo es común sentir enojo y/o culpa. La depresión también es muy común en cualquier tipo de enfermedad crónica, entre ellas, la insuficiencia renal. Es parte del duelo por la pérdida de la salud y de una vida “normal”. Tanto usted como su ser querido pueden verse afectados. Recibir asistencia psicológica puede ayudarlo a ver las cosas más positivamente. Del mismo modo, hable con su médico acerca de sus preguntas relacionadas con lo que se puede hacer y no se puede hacer cuando se realiza diálisis. Puede sorprenderse al saber que casi todo lo que su ser querido hacía antes aún debería ser posible con la diálisis.

Durante su experiencia con la insuficiencia renal, usted y su ser querido deberán hablar sinceramente sobre sus sentimientos con frecuencia. Al hacerlo, los pensamientos y sentimientos negativos se mantendrán bajo control y les dará a ambos más energía para concentrarse en lo que realmente es importante para su relación. Poder comunicarse libremente entre sí también ayudará a sus hijos y a otros familiares a compartir sentimientos y a hacer preguntas.
Cómo ayudar a su ser querido a seguir siendo independiente

Cuando alguien tiene una enfermedad a corto plazo, otras personas “se hacen cargo” del enfermo hasta que se mejora. Pero una enfermedad crónica como la enfermedad renal crónica no desaparece. Cuando las personas tienen una enfermedad crónica, necesitan aprender cómo vivir con ella y hacer todo lo posible por sí mismos, aunque no sea casi todo lo que podían hacer antes. Aunque su deseo de ayudar es natural, tenga cuidado de no estar evitando que su ser querido haga cosas que aún es capaz de hacer. Es mejor alentar y esperar que su ser querido contribuya a sus tareas y actividades diarias de cualquier manera que pueda. Es importante para la autoestima y para sentirse una persona útil.

Algunas familias sugieren a su ser querido que renuncie a su trabajo y que solicite licencia por discapacidad para “tomárselo con calma”. Las investigaciones muestran que las personas en diálisis que siguen trabajando se sienten mejor y se mantienen más saludables. El médico puede ayudarlo a determinar si es posible seguir trabajando. Si son necesarios otros arreglos o un tipo diferente de empleo para su ser querido, el trabajador social del centro de diálisis puede proporcionarle esa información. Él/Ella también puede proporcionar información sobre arreglos que pueden ser necesarios para conservar un empleo.


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jueves, 3 de marzo de 2016

VASOS Y NERVIOS DEL RIÑÓN.



ARTERIAS.

Cada riñón recibe sangre arterial de un grueso tronco, arteria renal, que nace directamente de la aorta abdominal a la altura del disco situado entre L1 y L2, la arteria renal derecha pasa por atrás de la vena cava inferior, ambas arterias penetran al riñón por el hilio. Antes de introducirse en el riñón emite las siguientes ramas:


-Arteria capsular inferior, la cual asciende por los pilares del diafragma para abordar la cápsula suprarrenal.

-Ramas ganglionares.- Para los ganglios lumbares e hiliares.

-Rama uretral superior.- Desciende por la cara anterior de la pelvecilla y del uréter.

Al introducirse al riñón, la arteria renal se divide en las siguientes ramas: La prepiélica, la retropiélica y la polar superior, después, se dividen en el seno del riñón las arterias segmentarias y de ellas se originan las arterias lobares; a su vez estas se dividen las interlobares, de las interlobares se originan las arterias arqueadas, de las arquedas se derivan las arterias interlobulillares y finalmente de estas se derivan las arteriolas eferentes de los glomérulos renales.





El glomérulo recibe dos arteriolas una aferente que se ramifica en escobillón capilarizándose ampliamente, mientras la arteria eferente lo hace poco, y al salir del glomérulo forma los tubos contorneados.



La arteria renal se anastomosa con la espermática, con las cólicas superiores y las capsulares.


VENAS.


Tienen su origen en la cápsula renal, donde forman grupos de cuatro a cinco que se dirigen hacia el centro del órgano, en forma radiada. Constituyen las estrellas de Verheyen, de cuyo vértice parten las venas interlobulillares.

Además de estas venas parenquimatosas, existen las venas de la cápsula adiposa que forman una red anterior y otra posterior y desembocan en un arco venoso en el borde del riñón, forman así un centro de derivación que tiene conexiones con la vena renal a través de la atmósfera adiposa .


LINFÁTICOS.

Nacen de una red superficial subcapsular que tiene anastomosis con la red de la cápsula adiposa y la red subperitoneal la cual desembocan en los lumboaórticos. También emanan de una red profunda, de la cual originan conductos colectores, y desembocan en los ganglios aórticos izquierdos.


NERVIOS.

Recibe aferencia de la rama posterior del vago derecho, también recibe aferencia del nervio esplácnico mayor, entre esas dos aferencias, está formando un asa, esa asa recibe el nombre de asa de Risberg y las eferencias salen directamente de los ganglios semilunares, y llegan a formar los plexos renales o llamados también aórtico renales que van a dar la inervación de ambos riñones. Dos ganglios mesentéricos superiores y dos ganglios aórticos renales.


En la parte inferior, por debajo de esta región, vamos a encontrar como representante del sistema simpático a la cadena ganglionar simpática lumbar o tronco simpático lumbar.

Entonces acá ya intervienen las ramas que nacen de los ganglios simpático lumbares, denominadas nervios esplácnicos lumbares, que van a formar el plexo mesentérico inferior, van a formar el plexo hipogástrico superior


Las fibras nerviosas del plexo renal siguen las paredes arteriales y penetran en la sustancia del riñón, penetran en los glomérulos para constituir en ellos amplias redes perivasculares, también pueden inervar el epitelio de los tubos contorneados, el epitelio de transición de la pelvis, y las paredes de arterias y venas.


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martes, 1 de marzo de 2016

¿Cuánto tiempo puedo vivir con insuficiencia renal crónica?




Muchas personas creen que si les fallan los riñones van a morirse inmediatamente. Eso solía ser cierto hace 40 años, cuando todavía no existían suficientes máquinas de diálisis disponibles y el conocimiento médico sobre la enfermedad renal era limitado.


Hoy día no tiene razón de ser. El tiempo del que dispone para seguir viviendo con IRC depende de su edad, otros problemas de salud y de cuánto se involucre en cuidar de sí mismo. Ciertas personas con IRC en fase inicial nunca llegan a sufrir enfermedad renal. Otras desarrollan enfermedad renal pero siguen viviendo décadas con diálisis o trasplante renal. Hoy día existen numerosos avances en el cuidado de la salud, contamos con medicamentos más eficaces, sabemos más sobre cómo retrasar la enfermedad renal y disponemos de máquinas para diálisis técnicamente avanzadas.


Pero, el factor más importante sigue siendo el paciente que sufre la enfermedad. Investigación médica pone de manifiesto que los pacientes que se involucran activamente en su cuidado viven más tiempo. Es decir, pregunte y averígüe, junto con su médico y equipo asistencial, la mejor manera de cooperar en la gestión de su propia enfermedad.


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